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ECONOMÍA: AHORA QUE NOS PRESTAN: LOS BUITRES SON BUENOS O MALOS?

 

 

La explicación que sigue es boba, pero importante luego de la innecesaria demonización que el Gobierno hizo en estos años sobre el capitalismo financiero en nombre de una supuesta heterodoxia que nunca vio la luz, se torna relevante. En el mundo de las finanzas, aunque sea redundante decirlo, no hay buenos y malos, ni buitres más codiciosos que otros. Son hombres y mujeres en busca de lucro, si se puede, extremo. En el caso de la Argentina, como en otros países, «Wall Street», tal como se denomina al colectivo que sube y bajaba el pulgar con la compra y venta de bonos soberanos y acciones, ¿qué reclamaban los «lobos»?: normalizar las estadísticas del Indec, devolver la competitividad al tipo de cambio, normalizar la situación de los subdidios, subir las tasas de interés y pagar las deudas en default desde el 2001. ¿Qué está haciendo el Gobierno?: todo eso. Por eso, ahora los buitres, que escandalizaban a la prensa progresista por sus estafas en Europa y Estados Unidos, se transformaron en tiernos pichones dispuestos a salvar al modelo nac & pop, como el banco Goldman Sachs, según informó hoy el diario Página 12. Los lobos de antes ahora son corderos…no es cuestión de tener saña por este cambio de apreciación, pero sí desarrollar el mismo ejercicio que al Gobierno le gusta realizar: el uso de la memoria, aunque de modo más completo y menos tergiversado.

 

El Club de París y el Día de la Marmota

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Decía Eduardo Levy Yeyati hace un tiempo que claramente las noticias -y negociaciones- en torno del Club de París pueden equipararse a la película «El Día de la Marmota» en la que el protagonista vive todos los días las mismas situaciones y no puede escapar nunca de esa repetición.

 

Casi 13 años de default y más de siete de negociaciones sin éxito claramente son un ejemplo de poca cintura política para manejar un tema que le podría haber abierto al país no solo líneas de crédito para obras de infraestructura y a las empresas para financiamiento de bienes de capital, sino haberle evitado otros dolores de cabeza, como la postergación de fondos frescos en el Banco Mundial. Esa deuda que, además, pasó de US$ 6500 millones a unos US$ 10.000 millones, ahora se renegociará formalmente desde fines de mayo en París y, aunque las posiciones iniciales son distantes y hasta parecen antagónicas, la clave es que los acreedores saben que, cuando la Argentina hace una propuesta de pago, más vale acercarse y cerrar un acuerdo por más que no sea el ideal, antes de esperar varios años más. Por eso, si la Argentina ofrece un pago inicial de US$ 250 millones y los acreedores pidieron US$ 2000 millones, tal vez haya una solución a mitad de camino, que le permita al Gobierno además otra ganancias más allá de las divisas: la de la confianza internacional y local que no le vendrá nada mal para sus últimos 20 meses de gestión.

ECONOMÍA: ¿Y si nos dejas preguntar vos, Axel?

El ministro de Economía desperdició ayer la posibilidad de que los periodistas que seguimos la política económica pudiéramos preguntarle algunos detalles importantes del nuevo índice de precios al consumidor, al tomarse demasiado tiempo para retarnos porque supuestamente no repreguntamos a las consultoras cómo miden los precios, algo que en realidad, quienes saben preguntar, lo hacen. Una pena; flanqueado por los jefes del Indec que están acusados ante la justicia por manipular las estadísticas públicas, Ana Edwin y Norberto Itzcovich optó por un sermón en lugar de un diálogo, que permitiría despejar dudas, dado que hoy nuevamente surgen interrogantes sobre la veracidad del nuevo índice. Le podríamos haber preguntado:

1-¿Cuáles son los precios utilizados para confeccionar este índice?

2-¿Cuál fue el impacto de la devaluación sobre la inflación?

3-¿De cuánto es la inflación anual para el Gobierno?

4-¿Cómo piensan combatirla?

5-¿Por qué siguen al frente del Indec funcionarios cuestionados por manipular los datos y acusados ante la Justicia?

Podría sumar muchos más, que tenían en la punta de la lengua colegas de todos los diarios y radios. Pero no pudo ser. Porque Axel quiso dar una clase, en lugar de dialogar

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Quién es quién: Rodríguez Enrique

Nombre: Rodríguez Enrique

Hoy en el Quién es quién dialogamos con Enrique Rodríguez, nacido en la Capital Federal en 1960. Su conexión con el jazz fue en  1997, en ensambles de vientos. Su formación fue en forma particular y sus referentes locales son Juan Cruz de Urquiza, Jorge Retamoza, Leo Heras, Oscar Giunta, Ricardo Cavalli, entre otros. Su estilo preferido son el Bebop y el Cool Jazz, mientras que sus discos grabados como líder son Tritonal Jazz (en preparación); y con Saxópatas Big Band, como saxo baritono: «20 años». En su opinión, los discos clave del jazz argentino fueron los grabados por Oscar Aleman, Gato Barbieri, Jorge Anders y La Banda Elástica. Imagen

Quién es quién: González Sabrina

Nombre: González Sabrina

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En el Quién es quién de hoy dialogamos con Sabrina González, que nació en 1981 en la Capital Federal. Como cantante comenzó de la mano del Blues, por el año 2008, cuando empezó a cantar en una banda de Swing ; hacían temas de blues, de rithm and blues y de swing, pero siempre con base en el Blues, no el swing más tradicional. De ahí empezó a indagar un poco más y a escuchar a Ella Fitzgerarld, Nina Simone, Billie Holiday, Dinah Washington, Sarah Vaughan, Natalie Cole, Diana Krall, Nat King Cole, entre otros. Su formación fue en el Emba, Sadem y en la Escuela de blues de Gabriel Gratzer. Su estilo preferido fue el swing.

ECONOMÍA: EL NUMERO MISTERIOSO

En 24 horas se develará lo que debería ser un simple dato estadístico pero que, por la decisión del Gobierno de manipular las cifras del Indec por siete años, se transformó en un verdadero acertijo: la inflación de febrero. Luego de que en enero el Indec, manejado por los mismos funcionarios encargados de decir desde el 2007 que la inflación llegaba a un tercio de la real, sorprendiera a todos los analistas admitiendo una suba del 3,7%, el Ministerio de Economía dio a entender que el número de febrero realmente fue malo, por efecto de la devaluación que provocó en forma vergonzante. El motivo del misterio no es otro que la escasa convicción con la que el Gobierno habla de la inflación, luego de haber reconocido una cifra más realista por la presión del FMI. Por eso la pregunta retórica de muchos analistas: ¿habrá dos meses seguidos de datos fiables?

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Para algunos analistas esto significaría que en el primer bimestre la inflación llegó a un 10%, pero en realidad se ubicaría en el 8% y en el 34% en 12 meses. Muy lejos de la híper mencionada por algunos delirantes, la suba de precios igualmente es preocupante, sobre todo si la estrategia oficial se sigue limitando a los «precios cuidados» y a utilizar las tasas de interés, que ya permitieron ganar una batalla, pero que no alcanzan para encarar una guerra.

Economía III: Y si el maná del agro no cae del cielo?

El Gobierno está viviendo, más que nunca, de prestado luego de que implosionaran la ilusión de vivir con lo nuestro y de pesificación compulsiva de la economía: subió las tasas de interés para enfriar la demanda del dólar -al costo de encarecer el crédito y frenar el nivel de actividad-, le pidió dinero adelantado a las cerealeras a través de una suerte de préstamos a 180 días, vendió caro bonos de la Anses, prometió pagarle a Repsol, las empresas del CIADI y al Club de París para lograr nuevos fondos…y la lista continúa.

El desafío que se presenta cuando uno pide prestado es que debería aprovechar esos fondos para mejorar su situación estructural; de lo contrario luego deberá pedir más y más. Basado sobre la premisa de que el segundo trimestre será mejor que el primero por los «dólares del agro» el Gobierno espera encontrar esas soluciones para poder pasar el 2014 sin mayores sobresaltos.

El problema es que en el Gobierno hay funcionarios importantes que creen que el maná de dólares que ingresen al país por la liquidación de la cosecha 2014 no será ni de lejos lo abundante que muchos hombres del equipo económico y analistas privados -críticos o no- aguardan con esperanza para los próximos dos meses. Y lo alertaron en las más altas instancias gubernamentales. Por lo tanto, no descartan un escenario de crisis.

Habrá que ver si se toma nota de estas advertencias y se adoptan medidas más profundas o continúan los papelones como el del impuesto a los autos de «alta gama», anunciado en noviembre pasado (ver desde el 1:20 del video de Coquiland) que buscaba más recaudación y terminó frenando a uno de los sectores más dinámicos de la economía argentina.